Disfrutamos observando algunos de sus cuadres y escuchando
sus explicaciones sobre el proceso de elaboración, a la vez que nos respondía a
las dudas que iban surgiendo.
Ha sido una experiencia muy bonita y motivadora. Antes de
despedirse le preguntó a los niños/as si les gustaría pintar un cuadro, la
respuesta fue rotunda: ¡Sí!, y se ha ofrecido a volver otro día para realizar un
taller de pintura con ellos. Así que esperamos con ganas que Virginia nos
visite otra vez.
Gracias por compartir con nosotros tu experiencia como
pintora.